podía suplir su necesidad, y que lo haría. No se limitaron simplemente a orar por el asunto, sino que le pusieron pies a sus oraciones y no permitieron que las circunstancias difíciles los desanimaran. Trabajaron juntos y se atrevieron a hacer algo diferente, y Jesús recompensó sus esfuerzos. Qué fácil habría sido para ellos decir: “Pues bien, no tiene sentido tratar de llegar a Jesús hoy, tal vez podamos volver mañana”. Cuando nuestro Señor miró hacia abajo vio al paralítico sobre su camilla, e
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